Más allá de la colección, las marcas y CNC Agency apostaron por una activación que convirtió el lanzamiento en un evento experiencial pensado para redes y comunidad.
En una temporada donde el lanzamiento compite con cientos de drops simultáneos, la experiencia se vuelve el verdadero diferencial. Bajo esa lógica, Victoria’s Secret PINK y LoveShackFancy llevaron su segunda colaboración un paso más allá con una activación navideña que trasladó el universo de la cápsula al espacio urbano de Nueva York.
La acción no buscó solo exhibir prendas, sino crear un momento compartible y memorable. El resultado fue una intervención efímera que conectó estética, lifestyle y contenido digital, alineada con el espíritu festivo y el imaginario femenino que ambas marcas comparten.

Victoria’s Secret y su chalet rosa como escenario de marca
La activación, desarrollada por CNC Agency, transformó una zona de la ciudad en un pequeño chalet invernal con estética de mini resort alpino. Lejos del blanco y la madera tradicional, el espacio apostó por el rosa como lenguaje central, reforzando el ADN visual de la colaboración.

Los asistentes pudieron interactuar con distintos momentos diseñados para estimular la participación: desde tomarse fotos en un trineo rosa hasta recibir bebidas calientes desde una ventanilla, descubrir regalos sorpresa y recorrer la colección en un entorno pensado para el disfrute, no para la compra directa. La experiencia priorizó en todo momento la vivencia y el contenido orgánico antes que la conversión inmediata.

La colección, que ya había generado expectativa tras una primera colaboración meses atrás, encuentra en esta activación una extensión coherente de su universo creativo. El espíritu vintage, el guiño Y2K y la estética romántica se materializan no solo en prendas, sino en una puesta en escena que refuerza el relato.









