Con ocho creadores de contenido como protagonistas, la app de citas transforma una villa en Ibiza en escenario de su nuevo programa, donde las citas dobles se convierten en un experimento social.
El universo de las aplicaciones de citas no deja de reinventarse. En este contexto, este agosto Tinder ha apostado por un formato innovador que mezcla entretenimiento, viaje aspiracional y contenido social. Se trata de Double Date Island, un proyecto ambientado en una villa de Ibiza que tiene como objetivo mostrar cómo los jóvenes están transformando la manera de relacionarse.
Durante una semana, ocho creadores de contenido que son amigos en la vida real convivirán en la villa ibicenca, experimentando encuentros en pareja y compartiendo sus vivencias en distintos formatos digitales.
La propuesta se inspira en una función reciente de la app, llamada Double Date, que permite a los usuarios compartir citas junto a sus mejores amigos, en un entorno más distendido y sin presiones. El lanzamiento, pensado para el público europeo, llega a países como Reino Unido, Francia, Italia, España y Alemania, y apunta directamente a la Generación Z.
Tinder y la campaña «Double Date Island»
La campaña de promoción se ha desplegado a través de TikTok, Instagram, YouTube, BeReal e incluso una lente de realidad aumentada en Snapchat, con el objetivo de acercarse a los códigos culturales que más consume la audiencia joven.
“Queremos conectar con los formatos que la Generación Z ya ama: entretenimiento, creadores y narrativas sociales, para mostrar cómo puede ser salir de cita con tu mejor amigo”, explica Paolo Lorenzoni, VP EMEA Marketing en Tinder. “Double Date refleja un cambio en la forma en la que los jóvenes entienden las citas. Para ellos la prioridad es divertirse, ser auténticos y vivir experiencias compartidas, más que sentir presión o rendir cuentas”.
Por otro lado, el proyecto es una apuesta del equipo de marketing europeo de Tinder en colaboración con Raptor y Amity Studio, mientras que OMD diseñó la estrategia de medios para alcanzar una gran visibilidad. Por último, con respecto a la narrativa, está inspirada en los códigos de los realities, pero trasladados al lenguaje de las redes sociales: breves episodios semanales en YouTube y clips virales en TikTok o Instagram que documentan tanto los momentos divertidos como los incómodos.