La firma de belleza lanza The Periodic Fable, una campaña creada junto a Uncommon y Smuggler que cuestiona el lenguaje publicitario del sector y busca devolverle la ciencia a la conversación sobre la piel.
En una industria saturada de promesas milagrosas y claims vacíos, The Ordinary vuelve a desafiar las reglas del juego. La marca canadiense, conocida por su enfoque honesto hacia el cuidado de la piel, ha presentado The Periodic Fable, una iniciativa que invita a los consumidores a mirar con lupa el lenguaje del marketing cosmético y a distinguir entre la ciencia real y la ficción publicitaria.
Con el lema “Nos han enseñado mal la belleza. Es hora de aprender la verdad”, la firma propone un punto de inflexión en la comunicación de belleza. A través de una pieza audiovisual con tintes distópicos, la marca muestra a decenas de personas aplicando productos de forma casi ritual, simbolizando la obsesión colectiva por alcanzar una perfección inalcanzable.
Una tabla para reaprender la belleza
El eje de la campaña es una tabla periódica de conceptos que expone algunos de los términos más repetidos por la industria, desde “libre de sulfatos” hasta “dermatológicamente recomendado”. En lugar de reforzar el mito, The Ordinary explica el origen y la verdad detrás de cada uno, desmontando la narrativa que durante años ha guiado las decisiones de compra de los consumidores.
“Los consumidores tienen derecho a saber exactamente qué están comprando, pero también qué palabras y frases no son más que tácticas de marketing”, ha comentado Amy Bi, Vicepresidenta de Marca de The Ordinary, según informó el medio especializado Little Black Book.
El proyecto, ideado por la agencia británica Uncommon y producido por Smuggler, combina diseño, humor y pedagogía. Desde su lanzamiento, ha despertado conversación en redes sociales por su tono provocador y su apuesta por la educación antes que por la venta.