La plataforma apeló a símbolos arraigados en la cultura local para construir una acción participativa que mezcló fandom y marketing experiencial, y que terminó con un Guinness World Records.
A medida que Stranger Things se acerca a su desenlace definitivo, Netflix decidió no limitar su estrategia a trailers y anuncios convencionales. En lugar de eso, llevó la conversación al terreno emocional y cultural, apostando por una activación que conectó con el sentir de los fans latinoamericanos y, en especial, con el imaginario mexicano.
El miedo a perder a personajes queridos se convirtió en el punto de partida de una idea que combinó tradición, comunidad y espectáculo. Frente a un escenario narrativo donde nadie parece a salvo, la plataforma optó por activar la esperanza colectiva y trasladarla al espacio físico.
Victoria Ruffo y el poder del ícono cultural como recurso de marketing
Uno de los movimientos más comentados de la campaña fue la participación de Victoria Ruffo, una figura asociada al melodrama y a la devoción popular en México. Su aparición no respondió al azar: Netflix entendió que su presencia funcionaba como un atajo emocional capaz de amplificar el mensaje y darle legitimidad cultural a la acción.
La actriz protagonizó un contenido especial donde se sumó al ritual simbólico de pedir por el destino de los personajes de Hawkins. Con un tono solemne, pero cargado de guiños locales, su intervención reforzó la narrativa de fe y esperanza que atravesó toda la campaña.
Veladoras, ritual colectivo y un récord que selló la experiencia de Netflix
El corazón de la activación se materializó en un mosaico construido con miles de veladoras encendidas, organizadas por fans que participaron durante largas horas en una acción colaborativa. El mensaje formado apeló al humor local y a las expresiones populares de buena suerte, reforzando el tono cercano de la campaña.
Más allá del impacto visual, la experiencia se diseñó como un ritual compartido que permitió a los seguidores sentirse parte activa del destino de la historia. Netflix no solo convocó a observar, sino a hacer, involucrando a la comunidad y dándole un rol protagónico dentro del relato promocional.
El resultado trascendió lo simbólico cuando la acción obtuvo un reconocimiento oficial de Guinness World Records, consolidando la activación como un hito tangible. De este modo, la plataforma logró transformar la ansiedad previa al estreno en un acontecimiento cultural con eco internacional.










