Las personas tuvieron la oportunidad de interactuar con la gigantesca pantalla a través de un quiosco estratégicamente situado debajo de esta, permitiéndoles probar de manera virtual la nueva máscara.
Maybelline New York, en colaboración con la empresa especializada en realidad aumentada y Web3, Ffface.me, ha impresionado al público con una estrategia para promocionar su última innovación: la máscara de pestañas Falsies Surreal. La marca cosmética apostó por un espejo a escala de un edificio ubicado en Ucrania, que ostenta el título provisional de ser el espejo de realidad aumentada más grande del mundo.
La llamativa instalación tuvo lugar en el flanco del centro comercial Gulliver en Kiev. Según Ffface.me, el tamaño de la pantalla alcanzó los impresionantes 4.000 metros cuadrados, y dejó boquiabiertos a los transeúntes el pasado 11 de octubre.
Las personas tuvieron la oportunidad de interactuar con la gigantesca pantalla a través de un quiosco estratégicamente situado debajo de esta, permitiéndoles probar de manera virtual la nueva máscara tal y como se presentaba en la pantalla monumental.
“Los resultados de la primera activación fueron increíbles: 3 millones de visitas y menciones orgánicas, y esto es sólo la punta del iceberg, ya que estamos recopilando datos para ver el panorama completo». Además, la profesional señaló que desde la marca están seguros de que «este proyecto definitivamente se convertirá en una de las mejores prácticas para nuestros colegas internacionales y, en un futuro próximo, los espejos de realidad aumentada estarán en todo el mundo”, comentó Alina Odolska, Group Brand Manager de Maybelline NY.
Polina Klekovkina, Directora de Operaciones de Ffface.me, destacó que las personas ya no interactúan con los formatos publicitarios más tradicionales, enfatizando la necesidad de apostar por formatos innovadores y, sobre todo, interactivos. «Este caso es un testimonio convincente de este cambio», subrayó.
Desde la empresa, afirman que esta activación de Maybelline está revolucionando la industria y está demostrando que, con el apoyo de las modernas tecnologías de realidad aumentada, cualquier pantalla publicitaria clásica tiene el potencial de transformarse en un ‘AR Mirror’.