La agencia Bartle Bogle Hegarty (BBH) celebra sus 60 años del país lanzando el primer chicle legal desde 1992.
La importación y venta de «chicle» esta prohibida en Singapur desde 1992, debido a que la basura del chicle interrumpía el buen funcionamiento del los trenes de tránsito rápido masivo (MRT). La multa para los que la vendan o introduzcan de contrabando pueden enfrentar una pena de un año de cárcel y multas desde 2 mil dólares.
Pese a ello, BBH Singapore ha desarrollado lo que asegura la primera goma de mascar legal de país, que pusieron por nombre Unthinkables. Se realizó para que los consumidores vivan la experiencia de mascar chicle, puesto a que se parece y sabe como uno, pero no tiene base de goma.
«El sabor del peligro. Se derrite como magia»
El producto fue desarrollado junto con la artesana del azúcar Irene Chan, fundadora de Oni Cupcakes, y el Laboratorio de Innovación interno del BBH. Después de probar más de 60 combinaciones de sabores y texturas, el equipo dio con un caramelo súper masticable y con sabor, totalmente soluble en agua, lo que les permitió esquivar las estrictas leyes contra el chicle en Singapur.
La agencia propone una experiencia sin el riesgo de multa, por eso considera que su nueva creación es más que una novedad: es un punto de partida sobre cómo la creatividad hace lo imposible posible.
«Es impensable lanzar un chicle en Singapur», declaró Sascha Kuntze, director creativo de BBH Singapur. «Pero ese es el punto. La creatividad nos permite resolver problemas haciendo posible lo imposible».
Aunque el chicle no está disponible para la venta minorista, la agencia recomienda a sus curiosos seguidores que se contacten con ellos para probarlo o para compartir sus propias ideas «impensables».