Mes del orgullo
Louis Vuitton no es la única marca en crear estas reinterpretaciones que no están exentas de controversia. El lanzamiento en 2017 de un bolso de US$ 2.145 por Balenciaga, que se asemejaba a uno de Ikea, generó tanto críticas como risas en las redes sociales.
En un movimiento que fusiona la moda de alta costura con la estética cotidiana, el productor discográfico y diseñador Williams, recientemente nombrado como director creativo masculino de la casa de moda Louis Vuitton, ha lanzado un bolso que rinde homenaje a las clásicas bolsas de papel para sándwiches.
Esta pieza, que se presentó durante la colección debut de Williams en el Pont Neuf de París el pasado junio, ha capturado la atención del mundo de la moda con su reinterpretación de un objeto cotidiano. El bolso, confeccionado con piel de vaca en el mismo tono del tradicional envase de papel para mandados, evoca nostalgia y audacia al mismo tiempo.
El diseño no solo imita la apariencia de la bolsa de papel, sino que también replica las letras icónicas de Louis Vuitton y presenta un cierre azul que recuerda las asas de las bolsas de papel, proporcionando un toque distintivo al accesorio de alta costura. Este accesorio, que se asemeja a un artículo común transformado en una obra de arte, ha salido a la venta exclusivamente en la tienda temporal de la marca en West Hollywood desde el 4 de enero, con un precio de US$ 3.130 (S/ 11,572).
Esta no es la primera incursión de Louis Vuitton en la transformación de artículos cotidianos en piezas de lujo. En su colección Primavera-Verano 2007, la casa de moda celebró las bolsas de plástico a cuadros para la ropa sucia, mientras que en 2022 lanzaron un bolso cruzado inspirado en una lata de pintura, diseñado por el fallecido Virgil Abloh.
El enfoque de transformar objetos cotidianos en elementos de moda también ha sido adoptado por otras marcas. El diseñador Ashish Gupta, en 2014, convirtió la simple bolsa de plástico en una llamativa pieza con lentejuelas, rindiendo homenaje a la vida cotidiana.
Sin embargo, estas reinterpretaciones no están exentas de controversia y humor. El lanzamiento en 2017 de un bolso de US$ 2.145 por Balenciaga, que se asemejaba al icónico bolso azul arrugado «Frakta» de Ikea, generó tanto críticas como risas en las redes sociales, destacando la delgada línea entre la innovación y la extravagancia en la industria de la moda.
En última instancia, el diseño de Williams para Louis Vuitton refleja la tendencia en la moda de reinterpretar lo cotidiano, desafiando las normas establecidas y llevando la creatividad más allá de los límites convencionales. Este bolso no solo es un accesorio de alta costura, sino también un recordatorio de que la moda puede ser audaz, nostálgica y, a veces, provocadora.
