¿Si en lugar de soñar grande, sueñas en pequeño? Esta es la apuesta de KFC España en su nueva campaña para el lanzamiento de su deportivo miniatura Eduardo GT, una parodia a los autos de alta gama.
La cadena de comida rápida, KFC España, lanzó una divertida campaña titulada “Sueña Pequeño” que tiene como protagonista a su icónico personaje navideño: Eduardo. Esta vez ya no es un perfume, mascota virtual o decoración, sino un deportivo miniatura.
Después de pasar de meme a un producto real, el divertido muslo de pollo se transforma en un coche de carreras para protagonizar la hilarante campaña navideña de la compañía del Coronel Sanders. Así es como, a través del humor y la exageración, la marca presenta su nuevo juguete de edición limitada.
Eduardo GT se transforma en un deportivo
Hace unos años, KFC presentó un muslo de pollo frito al que llamaron “Eduardo”. La campaña apostó por el humor y la creatividad sin imaginarse que el personaje permanecería en el inconsciente del público durante tanto tiempo. Lejos de aburrir a la audiencia, cada nuevo alter ego del personaje fue bien aceptado por la audiencia.
Por ello, esta vez lo convirtieron en un deportivo teledirigido. La campaña apuesta por utilizar un tono típico de los anuncios de autos de alta gama para detallar las especificaciones técnicas del automóvil: 600 metros de autonomía, cero puertas y cuatro ruedas.
El deportivo de juguete fue diseñado en base a la silueta inconfundible del muslo de pollo Eduardo. Además, incluye un mando recargable y presenta una autonomía sin precedentes: 7 minutos de full energía. Las personas podrán adquirirlo con cualquier menú por 3,99 euros en cualquier KFC España.
KFC apuesta por la sátira en su nueva campaña
KFC España trabajó de la mano con la agencia creativa PS21 para desarrollar la campaña que promociona Eduardo GT, un deportivo miniatura que no busca competir con juguetes de tecnología avanzada, sino capturar la atención con un concepto absurdo.
Por ello, decidieron que el anuncio tendría paisajes desérticos, tomas aéreas, música épica, y una voz en off que describe especificaciones ridículamente modestas. La idea apunta a los consumidores jóvenes y adultos nostálgicos, quienes podrían encontrar atractivo un producto coleccionable.
Con Eduardo GT, KFC desempolva al juguete de la temporada y refuerza su estrategia de marca basada en el humor, lo absurdo y cercanía con la audiencia.










