Según datos de Provoke Insights, esta generación no solo aporta habilidades digitales y una mentalidad innovadora, sino también expectativas muy distintas sobre dónde, cómo y por qué trabajar.
La Generación Z, nacida entre 1997 y 2012, ha impuesto nuevas reglas en el mundo laboral. Para estos jóvenes, el trabajo debe integrarse a la vida sin dominarla. Su visión moderna prioriza el equilibrio emocional, la flexibilidad y un propósito más allá del salario.
Según un informe de Provoke Insights, el 60% de los graduados Gen Z en Estados Unidos prefiere un modelo híbrido, frente a solo un 4% que opta por el trabajo 100% remoto. Para ellos, la oficina sigue siendo valiosa, pero no a costa del bienestar personal o el tiempo libre.
Beneficios
El esquema híbrido les ofrece un punto medio: evita traslados innecesarios, mejora la salud mental y fomenta vínculos reales en el entorno laboral. A diferencia de los Millennials, esta generación busca mentoría presencial sin renunciar a la autonomía que brinda el trabajo remoto.
Sin embargo, aún enfrentan desafíos. Solo el 23% se siente igual de productivo desde casa que en la oficina, frente al 65% de los Baby Boomers. Esto revela que, aunque exigen flexibilidad, también reconocen la necesidad de estructura, guía y habilidades de autogestión.
Atracción
Para retener talento Gen Z, las empresas deben ofrecer más que un buen sueldo: ambientes seguros, trabajo híbrido por diseño, espacios para hablar de salud mental y oportunidades de liderazgo temprano. Esta generación no quiere vivir para trabajar, sino trabajar para vivir bien.
Fuente: Merca2.0