Esta actividad se ha consolidado como una de las más practicadas en diversos países del mundo, incluyendo Perú. Esto ha despertado el interés de inversionistas, quienes han identificado en ella una oportunidad de negocio.
El pádel ha crecido significativamente en Perú, consolidándose como una opción accesible y social para diversas edades. Su popularidad se debe a su facilidad de aprendizaje y menor exigencia física frente a otros deportes de raqueta.
Más de 3,000 personas lo practican en el país, principalmente en las 75 canchas de Lima. Sin embargo, sigue siendo un deporte de nicho debido a barreras económicas que limitan su masificación.
Torneos como el Betsson Lima Padel Series han impulsado la competencia y atraído a jugadores aficionados y profesionales. Esto ha despertado el interés de inversionistas, convirtiéndolo en una oportunidad de negocio.
El pádel se juega en parejas dentro de una cancha cerrada con paredes que forman parte del juego. La pelota es similar a la de tenis, pero con menor presión, permitiendo mayor control en los golpes.
Sus reglas son parecidas al tenis, aunque la puntuación y el uso de las paredes le dan una dinámica única. La agilidad, precisión y rapidez son esenciales para un buen desempeño.
Según el entrenador Manuel Martín, su atractivo radica en que es fácil de jugar, social y accesible. Además, plataformas digitales como Playtomic han potenciado su comunidad al conectar jugadores y facilitar reservas de canchas.

Matías Altieri, jugador y promotor, destaca que la principal barrera para su expansión en Perú es el costo. En Argentina, por ejemplo, es accesible para todos los niveles económicos, lo que ha impulsado su popularidad.
Finalmente, el pádel ha crecido a nivel mundial gracias a la digitalización y el apoyo de marcas. Europa concentra el 59% de jugadores, seguido de Sudamérica con un 23%. Aunque predominan los hombres (60%), cada vez más mujeres lo practican.