Con una estética kawaii, estrategia de cajas sorpresa y alto potencial viral, el Wakuku se posiciona como el nuevo fenómeno del coleccionismo digital y ahora se suma a la reñida competencia de los art toys.
Miniso lanzó Wakuku no como un simple juguete, sino como una estrategia de marketing, aprovechando las tendencias actuales y asegurándose de que se convirtiera en un éxito. Por ello, apostó por una figura coleccionable al estilo de los art toys, con un diseño tierno y artístico, como los populares Sonny Angels o Labubu.
El lanzamiento en Beijing fue clave: se agotó en solo dos horas, una acción que no fue casual, sino parte de una táctica de “escasez controlada” diseñada para generar urgencia en los consumidores. De esta manera, el propio lanzamiento se convirtió en noticia y generó expectativa, lo que aumentó aún más el interés

Asimismo, el diseño del personaje también fue un éxito, pues el Wakaku es “kawaii” (tierno y adorable), lo que conecta con la cultura juvenil y lo hace compartible en redes sociales. Además, se vende en formato “Blind Box”, es decir, en caja sorpresa, lo que añade un componente de emoción y coleccionismo para el consumidor.
Esto no solo impulsa a la recompra, sino que hace que las personas graben videos o compartan fotos de sus cajas, convirtiéndose en promotores de la marca. Justamente, en China la estrategia se apoyó en plataformas como Xiaohongshu y Douyin, donde los propios usuarios generaron la difusión mostrando sus colecciones.
Así, la marca no necesitó invertir en campañas masivas, identificando dónde estaba su público y motivándolo a crear contenido de manera natural. Cuando llegó a España, también lo hicieron de manera estratégica, eligiendo lugares icónicos y concurridos como Gran Vía y la Maquinista.

De esa manera, Miniso entendió que los consumidores españoles se inspiran en plataformas como Instagram y TikTok, por lo que adaptó su estrategia a estos canales y a la cultura local. También tomó en cuenta que más de la mitad de las personas en España coleccionan productos, y que gran parte pertenece a algún fandom, lo que confirmaba una clara oportunidad en el mercado.
El éxito de Wakuku no fue casualidad, sino el resultado de una estrategia integral y pensada a largo plazo, donde cada nuevo lanzamiento mantiene viva la conversación y la fidelidad de los clientes.