Starbucks cerrará 400 tiendas en Norteamérica y despedirá 900 empleados dentro de un plan de reestructuración de 1.000 millones de dólares, mientras remodela locales para recuperar clientes y frenar la caída de ventas.
Starbucks se enfrenta a uno de los mayores cambios en su historia en Norteamérica. La cadena anunció que cerrará unas 400 tiendas y despedirá a 900 empleados no relacionados con la venta minorista, sumándose a los 1.100 despidos anunciados en febrero debido a la caída de ventas y la presión de nuevos competidores.
El CEO Brian Niccol explicó en una carta a los empleados: “Sé que estas decisiones afectan a nuestros socios y sus familias, y no las tomamos a la ligera. Creo que estos pasos son necesarios para construir un Starbucks mejor, más fuerte y más resiliente que profundice su impacto en el mundo y genere más oportunidades para nuestros socios, proveedores y las comunidades a las que servimos”.

Además, señaló que las tiendas que cerrarán son aquellas “incapaces de crear el entorno físico que nuestros clientes y socios esperan, o donde no vemos un camino hacia el desempeño financiero”.
En ese sentido, la estrategia de Niccol también incluye reducir el menú de comida y bebida, reinstalar estaciones de autoservicio de leche y azúcar, y devolver a los baristas la tradición de dibujar en los vasos. Aun así, las acciones de Starbucks han caído alrededor de 12% en lo que va del año y la caída de ventas continúa siendo un desafío.
Con estos cambios, Starbucks busca equilibrar la reducción de costos con mejoras en la experiencia física de los locales, recuperando clientes y adaptándose a un mercado cada vez más competitivo, mientras intenta revertir la caída en su mercado más grande.