Un informe del IPE revela que las mujeres peruanas aún enfrentan diferencias significativas en ingresos frente a los hombres, con mayores obstáculos en regiones rurales y en etapas ligadas a la maternidad.
Cada 18 de septiembre el mundo recuerda el Día Internacional de la Igualdad Salarial, una fecha que invita a reflexionar sobre las desigualdades que todavía marcan el mercado laboral. En el caso peruano, los avances han sido insuficientes: en 2024, las mujeres recibieron en promedio un 27,2% menos que los hombres, según el último reporte del Instituto Peruano de Economía (IPE).
La cifra refleja una realidad compleja. Aunque la participación femenina en la fuerza laboral aumentó en los últimos años, la brecha apenas se ha movido y, en algunos casos, incluso se ha profundizado. El salario mensual promedio de las mujeres se ubicó en S/1.536, frente a los S/2.109 de los hombres, según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO).
La brecha salarial del Perú: agravado en regiones rurales
El panorama se agrava en regiones rurales y de la sierra sur, donde los empleos suelen ser informales y de baja productividad. En Cajamarca y Huánuco, por ejemplo, las mujeres rurales enfrentan brechas de hasta 50% respecto a los hombres. A nivel nacional, la desigualdad alcanza 39,7% en zonas rurales, muy por encima del promedio urbano (27,6%).
La educación tampoco logra borrar estas diferencias. Si bien las mujeres con estudios universitarios reducen la brecha a 23,9%, todavía cargan con limitaciones para acceder a puestos de liderazgo. En el otro extremo, las mujeres sin estudios enfrentan desigualdades cercanas al 40%, atrapadas en empleos precarios y con pocas posibilidades de movilidad.
Por su parte, la maternidad y la carga doméstica son otro factor decisivo. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT), las mujeres dedican en promedio 35 horas semanales a labores no remuneradas, más del doble que los hombres. Durante los años de mayor productividad (entre los 31 y 40), la cifra llega incluso a 45 horas.
Ese desbalance limita la permanencia en el mercado laboral: “40% de las mujeres peruanas deja de trabajar tras tener su primer hijo y una década después, el 41% aún no se reincorpora”, advierte un estudio de Princeton y la Escuela de Economía de Londres.
La fecha no solo invita a recordar cifras, sino a reconocer que detrás de cada porcentaje hay historias de mujeres que trabajan más, ganan menos y cargan con responsabilidades invisibles. Reducir la brecha salarial no es una meta lejana, se trata de una tarea inmediata si se busca construir un mercado laboral más justo y competitivo para todos.