Conoce por qué es importante promover la inclusión de mujeres por parte de marcas en la creatividad publicitaria.
No contar con mujeres en la creatividad publicitaria peruana es un defecto de esta industria. Hoy las marcas desarrollan narrativas a través de una sola mirada, la de los hombres, que no es ni positiva ni negativa, sino es parcial e incompleta. Significa que no están creando historias con la mirada diversa que traen las mujeres, que sí es diferente y, por ello, enriquecedora.
Este problema no solo se da en el Perú. Esta necesidad de equilibrar y estar “completos” ya fue observada en España, con la organización “Mas Mujeres Creativas” donde comenzó este proceso que hoy inicia en el Círculo Creativo del Perú, tomando de ellos conocimientos e impulso. Tener equipos creativos que son 91% hombres es un problema que no se debe ignorar. De cada 100 personas en puestos de liderazgo creativo, solo 9 son mujeres. Solo 9%.
La iniciativa Más Mujeres Creativas Perú, liderado por Diana Núñez Basurto, vicepresidente del Círculo Creativo del Perú y respaldado por la rigurosidad y visión estratégica de Cristina Quiñones y Consumer Truth, ha desarrollado un estudio respecto a la posición de la mujer en la creatividad publicitaria. Sobre ello, Nuñez comenta, que la creatividad publicitaria no se limita a vender, construye imaginarios sociales y que la ausencia del sexo femenino no sólo descarta un género, sino a una perfectiva más completa.
“Nuestro aporte no confronta, suma. En un mundo que valora cada vez más lo diverso e inclusivo, integrar más mujeres en la creatividad publicitaria no es un gesto simbólico, debe ser una voluntad, porque es necesario y urgente. Hoy la publicidad ve con un solo ojo: la imagen que obtenemos carece de equilibrio, y no es que lo que vemos esté mal, pero sí está incompleto. Solo cuando nuestras historias incluyen todas las miradas, obtenemos espejos para que la sociedad pueda reconocerse y soñarse mejor.” -, VP Círculo Creativo del Perú.

A continuación parte del proceso de investigación que durante meses desarrolló el Círculo Creativo y que desentrañó la madeja, lo cual desde el punto de vista de este, no fue solo un ejercicio académico, sino una llamada de atención.
- Un hackatón donde casi 30 profesionales vinculados a la industria del marketing y la publicidad mapearon el terreno.
- Entrevistas a profundidad con más de 20 líderes clave para entender las barreras.
- Una corrida de encuestas que confirmó la exclusión femenina es sistémica.
- Y, finalmente, un “Taller de Ideación”, donde más de 20 representantes de agencias, productoras, universidades y marcas propusieron soluciones concretas.
Lo que se descubrió fue que la creatividad publicitaria no está fallando por falta de talento femenino, sino porque el sistema no está diseñado para ellas.
- La trampa del 9%:
Cuando se habla de creatividad en las agencias, automáticamente se piensa en hombres. Las mujeres son vistas como «organizadoras», no como creadoras. - La maternidad, un obstáculo impuesto:
En esta industria, decidir ser madre equivale a recibir menos proyectos relevantes. No porque la maternidad reste capacidad, sino porque el sistema no está preparado para apoyarlas. - La complicidad de lo masculino dominante: Los equipos creativos siguen siendo clubes cerrados. Mentorías y ascensos están dominados por hombres, dejando a las mujeres sin referentes y con la sensación de ser intrusas en un espacio que debería pertenecerles tanto como a ellos.
- La diversidad no es un adorno, es una necesidad:
Los equipos homogéneos producen ideas homogéneas. Y en un país tan diverso como el Perú, esa falta de diversidad limita la capacidad de la publicidad para resonar con su audiencia.
La publicidad no solo vende productos y servicios, sino que también forma identidad. Cada anuncio, cada campaña, construye narrativas que moldean cómo nos vemos como sociedad. Y si esas historias vienen siempre del mismo grupo homogéneo, nos estamos quedando cortos.
Con la experiencia de Más Mujeres Creativas España, el Círculo Creativo del Perú vió que el cambio empieza por visibilizar el problema y sumar aliados, y gracias a los más de 70 profesionales que participaron en este estudio, ahora se sabe que la voluntad de cambio existe.