Una campaña sorpresa con cámaras ocultas convierte una tranquila playa en el set perfecto para revivir el hype de «Sé lo que hiciste el último verano», demostrando que el susto, cuando está bien producido, sigue siendo viral.
En un verano donde las estrategias publicitarias buscan destacar entre un océano de contenidos, Sony Pictures Entertainment ha demostrado que el verdadero impacto aún reside en las emociones más primitivas: el miedo, la sorpresa y la nostalgia. Con el próximo estreno en España de «Sé lo que hiciste el último verano», la compañía lanzó una activación que combina creatividad, humor negro y una buena dosis de adrenalina. La campaña, desarrollada en colaboración con la agencia creativa Butragueño & Bottländer, trasladó el terror cinematográfico a la vida real, sorprendiendo a bañistas en la Playa de El Campello (Alicante) con la aparición del temido personaje The Fisherman, el icónico asesino de la saga.
La acción, diseñada como una «mini horror-movie», tiene una duración de apenas 45 segundos, pero es suficiente para generar una reacción visceral en quienes la ven. Captada con cámaras ocultas, la escena muestra cómo lo que parecía una jornada común de playa se transforma rápidamente en un escenario de pánico y desconcierto. El aterrador personaje, vestido con su clásico chubasquero y armado con su infame garfio, irrumpe entre los bañistas generando reacciones auténticas de sorpresa y miedo. La pieza fue producida por Carmela Produce y difundida estratégicamente en plataformas sociales como TikTok, Instagram y X (antes Twitter), aprovechando el carácter viral del contenido corto, impactante y emocional.
Más que una simple broma de playa, la campaña rinde homenaje al cine de terror noventero que marcó a toda una generación. Así lo explica Mario Chavero Bottländer, socio de la agencia creativa responsable: “Queríamos que la audiencia viviese la adrenalina del thriller en primerísima persona y, de paso, demostrar que un buen susto sigue siendo viral”. La frase encierra el espíritu de la acción: revivir el hype alrededor de una franquicia que vive en el imaginario colectivo, ahora adaptada a los códigos actuales de consumo digital. En tiempos donde las marcas luchan por captar segundos de atención, el miedo, cuando es genuino, sigue siendo una poderosa herramienta de engagement.
Uno de los grandes aciertos de esta activación es la elección del contexto: un lugar de descanso, asociado al placer y la tranquilidad, como lo es una playa. Al introducir un elemento de disrupción como The Fisherman, la marca logra una tensión narrativa perfecta. El contraste entre lo cotidiano y lo terrorífico convierte la experiencia en algo memorable. Esta combinación de susto, humor y guiños cinematográficos posiciona la acción no solo como una promoción del estreno, sino como un contenido valioso en sí mismo, diseñado para ser compartido, comentado y viralizado en redes. La publicidad ya no interrumpe: entretiene.
En definitiva, Sony Pictures y Butragueño & Bottländer demuestran que la creatividad sigue siendo el mejor recurso para conectar con la audiencia, especialmente cuando se le da forma a través de emociones universales como el miedo, la sorpresa y la nostalgia. Con «Sé lo que hicisteis el último verano», la marca no solo relanza una franquicia querida por los fanáticos del cine de terror, sino que lo hace con una campaña que respeta su legado, reinterpreta sus códigos y genera conversación real. Porque, como bien lo saben en el mundo del marketing, no hay mejor publicidad que la que la gente elige ver… incluso si es desde detrás del sofá.