Mercado Negro te cuenta la historia detrás de la marca que inició de un emprendimiento de plantillas ortopédicas, convirtiéndose, años más tarde, en una de las marcas más reconocidas del mundo.
New Balance, marca estadounidense de calzado y prendas deportivas, es una de las más populares de su rubro. Incluso, hay informes que confirman que tan codiciada es, como uno publicado por Run Repeat que indica que alcanzó a generar 4.230 millones de dólares por ventas de zapatillas durante el 2022.
Su fama radica en su estilo retro, sobrio, sus modelos auténticos, prestigio y, sobre todo, la comodidad que tiene cada uno de sus pares. Sin embargo, poco se sabe acerca de cuál es el origen de esta marca que, pese al paso del tiempo, sigue manteniéndose vigente y cada vez cobra mayor notoriedad.
¿Cuál es el origen de las New Balance?

Todo se remonta a los primeros años del siglo XX, momento en el que a Willian J. Riley, zapatero e inmigrante inglés, creó una marca que cambiaría su vida. Bajo el nombre de “New Balance Arch Support Company”, se trataba de un emprendimiento que originalmente estaba orientado a la fabricación de calzado ortopédico.
Además, el producto principal en dicho negocio eran los soportes de arco de pie y las plantillas ortopédicas, artículos con los que buscaba acabar con el dolor que sufría la clase trabajadora americana. Lo irónico es que, para la creación de ello, se guió de algo bastante insólito como las patas de gallina, tras percatarse de que tenían 3 puntos de apoyo que las dotaban de un balance perfecto.
Una transformación para los calzados
Posteriormente, ese hallazgo lo llevó a crear soportes para arco de pie con puntos de contacto, propuesta innovadora y con la que marcaría un gran cambio en los soportes de zapatillas. No obstante, esta peculiaridad también fue la que dio origen a su emblemático nombre.
Tiempo después, Riley decidió asociarse con Arthur Hall quien se encargaría desde el año 1998 de tener un rol como jefe de ventas. Este personaje también cumplió otro papel importante al desarrollar un estudio de pisada casero para adaptar los modelos a cada cliente.

La esencia innovadora no acabaría ahí, puesto que luego crearon las New Balance Trackster. Las zapatillas llevan una suela dentada y diferentes anchos de arco, lo cual permitía que se adecuen a cualquier necesidad. Su resultado fue excepcional, convirtiéndose en un boom para el deporte de élite.
Cambio de dueños y momento cúspide
Ese singular modelo también sería la razón por la que en 1972 la marca pasaría a nombre de otra persona. Y es que cuando Jim Davis se probó ese calzado quedó tan encantado que decidió comprar la empresa, que hasta el día de hoy continúa liderando.

Por otro lado, a partir de este cambio de dueño la marca pasaría por una serie de cambios que van desde su nomenclatura numérica, proceso de fabricación vanguardista, diseño de branding, mayor posicionamiento, etc. A partir de ello pasaron de vender decenas a miles de pares a nivel mundial.

Cabe destacar que la cúspide de su fama empezaría en los 80 cuando sus modelos como las New Balance 620 costaban 50 dólares y las 990 valían 100$, que en ese momento eran montos bastante elevados. Pese a ello, las personas morían por tenerlos debido a sus acabados y cualidades que llevaron a que figuras como Steve Jobs las usen.










