El entorno de los hogares de más de 10 mil peruanos luce un nuevo rostro. Entérate cómo se desarrolló este proyecto a través del arte en un emblemático punto turístico de la ciudad.
Proyecto Arcoíris es una iniciativa de Qroma que llegó al Cerro San Cristóbal hace un año, y que ahora busca celebrar el aniversario de nuestra capital y el Bicentenario del Perú en el barrio de Leticia. Gracias a un trabajo articulado con el colectivo artístico local Color Energía, Aporta –plataforma de impacto social de Breca–, los vecinos y el respaldo de la Municipalidad de Lima, se han muralizado más de 300 mil metros cuadrados, con el fin de cambiar percepciones y comportamientos en el espacio.
Ubicado entre los distritos de San Juan de Lurigancho y El Rímac, El Cerro San Cristóbal, más que un lugar representativo del país, es el hogar para 64 mil peruanos. Ahora, este emblemático punto turístico de la capital tiene un nuevo rostro, gracias a un mega mural que devela el Chakanas Multicolor, impulsado por el Proyecto Arcoíris de la empresa Qroma.
El arte con propósito
Esta gran intervención artística tiene como objetivo impactar de manera positiva en las percepciones de seguridad, sentimientos de orgullo, sentido de pertenencia, limpieza del barrio y confianza colectiva entre los miembros de la comunidad; además de incentivar el turismo y la creación de negocios locales. El simbolismo de las Chakanas representa la conexión de la comunidad del Cerro San Cristóbal, como parte de un propósito de crecimiento colectivo y prosperidad. Además, el arte representa la herencia cultural e identidad del barrio de Leticia.
Más de 10 mil vecinos del barrio Leticia han formado parte de este proyecto al prestar voluntariamente sus fachadas para el pintado de esta obra y participar activamente en su ejecución. Sus viviendas son parte del primer macro mural en su barrio y en el Perú, el cual hoy es una realidad y puede verse desde el parque de la Muralla con precisión y otras zonas de Lima.
La empresa de pinturas Qroma que viene repotenciando distintos espacios en Lima gracias al Proyecto Arcoíris, señala que la pintura ayuda a modificar conductas y percepciones en los entornos donde se ejecuta, como lo demuestran sus intervenciones anteriores. Además, precisa que la pintura es un primer paso para el desarrollo, es una oportunidad de generar vínculos de confianza entre la comunidad y fomentar su organización y visibilidad del potencial que tiene su barrio, lo cuál es la base para el desarrollo local.