Vicuña. De acuerdo con la publicación de Bloomberg, mientras que Bernard Arnault, que controla el conglomerado Lora Piana, tiene una fortuna que supera los US$202.000 millones, el 41% del distrito de Lucanas vive en la pobreza.
La marca italiana Loro Piana, famosa por sus prendas de alta gama, ha sido el centro de atención en una reciente investigación de Marcelo Rochabrun publicada en Bloomberg. La nota revela una desconexión preocupante entre el lujo de sus productos, como las chompas de vicuña que alcanzan los US$9.000, y la realidad de los agricultores peruanos que trabajan en condiciones precarias y no remuneradas.
Andrea Barrientos, una agricultora de 75 años de la comunidad indígena de Lucanas en los Andes peruanos, es solo una persona más de las que contribuyen a la producción de lana de vicuña para Loro Piana, su único cliente. La comunidad recibe alrededor de US$280 por una cantidad equivalente de fibra de vicuña, dinero que no alcanza para pagarle a Barrientos, por lo que su comunidad espera que trabaje como voluntaria.
Así, la historia revela una dinámica desigual en la que los agricultores indígenas trabajan voluntariamente para el conglomerado de marcas de lujo LVMH Moët Hennessy Louis Vuitton SE, controlado por el magnate Bernard Arnault, cuya fortuna supera los US$202.000 millones según el índice de multimillonarios de Bloomberg. Mientras tanto, el 41% del distrito de Lucanas vive en la pobreza, según un estudio de 2018 en Perú.

La situación se complica aún más con la historia detrás de la producción de vicuña y el papel de las empresas en este mercado. En 1995, se aprobó una ley que le daba a las comunidades indígenas el derecho exclusivo para esquilar y vender fibra de vicuña, siempre que los animales hayan sido encontrados dentro de sus territorios. Cinco años después se emitió un decreto que otorgaba a las empresas los mismos derechos que a las comunidades campesinas para esquilar vicuñas en tierras andinas. Este cambio benefició a Loro Piana, que posteriormente compró 2.000 hectáreas de terrenos andinos cerca a Lucanas
La controvertida práctica de poner a las vicuñas en «semicautiverio» para aumentar la producción ha generado críticas, ya que va en contra de su principio como animal silvestre. La población de estos camélidos en las propiedades de Loro Piana aumentó mientras que los precios de la fibra cayeron. De acuerdo con el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), en Lucanas, los precios disminuyeron de US$420 a US$330 en 2022.
La captura de vicuñas es un proceso exigente con una larga historia. Los agricultores caminaron largas distancias en el altiplano para llevar a las vicuñas a un corral central. Lucanas tiene como norma que los miembros de la comunidad trabajan sin remuneración, mientras que los no residentes pueden recibir un pago diario de alrededor de 20 dólares.
Al final de la nota, Barrientos menciona que, aunque lamenta la falta de compensación económica, también disfruta del proceso debido a la rapidez y agilidad de las vicuñas, además de su diferencia con el ganado ovino que usualmente cría.