Reconocida mundialmente por sus instalaciones de luz a gran escala, la artista peruana brilló en la icónica torre del reloj del hotel The Peninsula con «PASSAGE», una monumental obra que celebra el 20 aniversario de Contemporary Istanbul, la feria de arte más grande de Turquía.
Grimanesa Amorós ha ganado reconocimiento mundial por ser una artista innovadora que utiliza la luz como su principal material. Sus obras no son simples esculturas, sino instalaciones masivas que transforman por completo los espacios, además siempre investiga el lugar y se inspira en la cultura, historia o naturaleza del sitio donde expone.
A menudo recurre a elementos de la cultura peruana, como las cañas de totora o los viñedos, para crear piezas que combinan tecnología, arte y memoria.
Su fama internacional se consolidó en 2011, cuando fue una de las primeras mujeres latinas en exhibir una obra de luz a gran escala en el icónico Times Square de Nueva York, una hazaña que la estableció como una figura clave en el arte contemporáneo.
Arte con historia
Ahora, la artista sorprende nuevamente con su presentación “PASSAGE”, que se une a la torre del reloj del hotel The Peninsula, ubicado en el Bósforo, un estrecho que ha sido por mucho tiempo un conducto entre Oriente y Occidente. Este pasaje vital, que une el Mar Negro con el Mar de Mármara, lo moldearon siglos de migración, comercio e intercambio cultural.
En el pasado, el edificio era un sitio llamado Çinili Han, una sala de espera donde los viajeros se reunían antes de cruzar el estrecho. Este espacio estaba directamente relacionado con los movimientos de las personas. Al usar la luz para iluminar esta ubicación, Amorós nos muestra cómo los edificios de una ciudad guardan historias, incluso cuando cambian de función.
La obra se extiende desde el punto más alto de la torre, donde los viajeros se despedían o saludaban a sus seres queridos. La pieza te invita a sentir esa historia, a recorrer el lobby del hotel y a recordar a todas las personas que pasaron por ahí. La obra habla sobre las ideas opuestas de un viaje: la llegada y la partida, el interior y el exterior, la memoria y el presente.
Asimismo, eligieron el color rojo para la obra por su gran significado en Turquía. Es un color que representa la historia, la pasión de las revoluciones y la energía actual de Estambul. Se encuentra en todas partes, desde la bandera turca hasta los diseños en las mezquitas y la vida de los mercados.
De esa manera, con su luz roja, «PASSAGE» se convierte en un símbolo del recuerdo, la transformación y la continuidad de la cultura que los viajeros han llevado consigo a través de los siglos.