Tras una activación especial, Johnnie Walker Blue Label incrementó un 130% interanual en ventas, combinando una experiencia envolvente y de edición limitada.
Según IWSR (International Wine and Spirits Record), las ediciones limitadas de las bebidas alcohólicas de lujo pueden generar hasta un 40% más de margen de ganancia. Además, el mercado global de whisky alcanzó un valor de 14.9 mil millones de dólares en 2024.
Desde entonces, la marca comenzó a ofrecer experiencias premium con la personalización de sus botellas, impulsadas por inteligencia artificial generativa.
Asimismo, introdujeron una experiencia inmersiva en tienda para que los clientes reciban exclusividad tanto en sus bebidas como en persona. De esa manera, la campaña de uno de los whiskies más exclusivos del portafolio de Diageo, el Blue Label, resultó un éxito.

En el verano pasado, se estrenó la primera campaña en su tienda principal de la marca en Edimburgo. Durante el festival, los visitantes tuvieron la oportunidad de co-crear el diseño de una botella de Blue Label junto al artista escocés Scott Naismith y una inteligencia artificial llamada Halo.
A partir de las preferencias del cliente, la IA generaba un patrón visual único que se imprimía al instante en alta definición sobre la etiqueta de la botella, permitiendo que el cliente se la llevara personalizada el mismo día.
Si bien este año no logró ingresar al shortlist en Cannes Lions 2025 en la categoría Innovation, la propuesta no solo ofreció una producción inmediata, sino que también generó un impacto comercial significativo.
Por ello, las marcas de lujo, como Johnnie Walker, están uniendo arte, tecnología y experiencias físicas para conectar emocionalmente con sus consumidores en un mercado competitivo.
Esta estrategia muestra que incluso las marcas tradicionales pueden innovar sin perder su identidad, adaptándose a las nuevas tecnologías y sin abandonar sus raíces.
