Un reciente estudio de World revela que el consumidor peruano compra cada vez más guiado por la seguridad. La mayoría detiene una transacción si duda de su autenticidad y muestra alto interés en herramientas que refuercen la veracidad del entorno online.
Los peruanos llegan a esta temporada de Black Friday con una mezcla de entusiasmo y alerta. Aunque las promociones masivas siguen atrayendo a millones de usuarios, la conversación ya no gira solo en torno al precio, sino que la seguridad digital se ha convertido en el nuevo factor decisivo para comprar. Así lo confirma una encuesta de World aplicada a más de 30 mil personas en la región, cuyos resultados revelan que la desconfianza crece al mismo ritmo que el comercio electrónico.
En el caso peruano, la tensión es evidente. 8 de cada 10 peruanos reconoce que, ante la menor sospecha de fraude o actividad automatizada, prefiere cancelar una compra antes que arriesgarse. En ese sentido, el impulso por aprovechar una oferta pierde terreno frente a la necesidad de sentirse protegidos en cada paso del proceso.
Un consumidor que revisa, compara y verifica
La presión de los fraudes digitales no solo afecta el momento de pago. También modifica la forma en que las personas evalúan la credibilidad de un comercio. Hoy en día, los peruanos miran con creciente desconfianza las reseñas que encuentran en las plataformas, examinan los perfiles de los vendedores y analizan cualquier señal que parezca fuera de lugar. La posibilidad de encontrarse con comentarios fabricados, identidades falsas o contenido creado por bots convierte cada compra en una experiencia que exige más atención que antes.
A pesar de este escenario, el estudio muestra un giro alentador: el consumidor local está dispuesto a adoptar herramientas de autenticación siempre que no afecten su privacidad ni compliquen la navegación. Cerca del 90% afirma que utilizaría sistemas sencillos de verificación humana para garantizar que las interacciones en línea provienen de personas reales y no de algoritmos manipulados.
Para Martín Mazza, gerente regional para Latinoamérica en Tools for Humanity, el punto central del debate es la igualdad entre usuarios. “Hoy, además de las ofertas, la confianza es lo que realmente define una buena experiencia digital”, señala. “Los consumidores quieren igualdad, y eso empieza por saber quién o qué hay al otro lado de la transacción”.
En esta campaña, las marcas que operan en el e-commerce enfrentan un desafío claro: fortalecer los mecanismos de confianza para no perder oportunidades de venta. Según los resultados de la encuesta, el futuro del comercio digital en Perú dependerá de la credibilidad que logren construir las plataformas y de la transparencia que perciban los usuarios, más que de cualquier descuento llamativo.










