La IA es una poderosa herramienta que está transformando la manera en que trabajamos, tomamos decisiones y competimos. Sin embargo, ignorar su impacto podría representar una gran amenaza para los negocios.
Las herramientas de inteligencia artificial (IA) hace mucho que dejaron de ser algo del futuro y con el paso del tiempo se han convertido en parte de la cotidianidad. No obstante, la velocidad del cambio tecnológico ha promovido que estás tecnologías modifiquen profundamente la manera en que trabajamos, tomamos decisiones y competimos.
“Todo avanza tan rápido que cuando por fin creemos estar al día, ya han aparecido tres nuevas cosas que cambian las reglas del juego”, manifestó al respecto David Soto, Global Director Offer, Partnerships & Innovation de Softtek, en su reciente visita a Perú.
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Cuatro aspectos en que la IA está provocando una transformación
Soto identificó cuatro dimensiones clave donde la inteligencia artificial ya está dejando huella:
1. La forma en que nos informamos: El auge de contenidos generados con IA ha acelerado la propagación de noticias falsas, videos manipulados y suplantaciones de identidad. “La IA permite clonar voces con solo 20 segundos de audio, y eso está abriendo brechas de seguridad reales en empresas y familias”, señaló el experto.
2. Ansiedad por la inmediatez: En el plano social, la impaciencia tecnológica está modificando comportamientos incluso en generaciones que antes se mostraban más resistentes al cambio. Soto ejemplificó este punto con hábitos cotidianos: “Hoy incluso mi padre, que tiene más de 80 años, acelera audios de WhatsApp para escucharlos más rápido. Esa ansiedad por la inmediatez ya es transversal”.
3. Los clientes ya no se conforman con lo simple: En paralelo, la interacción con las marcas exige cada vez más valor agregado. Los consumidores ya no solo esperan soluciones funcionales, sino experiencias útiles, personalizadas y emocionalmente relevantes.
4. La revitalización social: Según Soto, muchas personas están redescubriendo el valor del contacto humano y lo analógico como respuesta al tecnoestrés, como un intento de balancear la tecnología que cada vez es más omnipresente en todas nuestras acciones.
¿Cómo enfrentar esta situación?
Más allá de los avances tecnológicos, Soto enfatizó la importancia de adoptar una mirada estratégica y ética frente a la IA. Esto implica preparar a los equipos, detectar casos de uso reales, desarrollar modelos propios y establecer normas claras para su implementación responsable.
“Dar acceso masivo a herramientas de IA sin contexto es como entregar un Ferrari para transitar una calle sin asfaltar. No se trata solo de tener la tecnología, sino de saber para qué y cómo usarla”, advirtió Soto, quien también destacó el potencial de la IA para reducir brechas, optimizar servicios públicos y combatir enfermedades antes incurables.