Esta semana está prohibido publicar encuestas y, claro, más de uno o una está en peligro de comerse las uñas.¿Qué incertidumbre, no? No nos gusta no saber, nos genera stress, frustración, ansiedad. Empiezan las divagaciones o lo que es peor las especulaciones que no nos guardamos para nosotros solitos (porque una pena entre dos es menos atroz) y empiezan a proliferar las frases como “después del debate de hecho, yo creo que quien pasará a segunda vuelta es …”.
Sí, pues, la falta de data nos genera tensión, peor lo que nos pone peor aún es saber que no vamos a saber , como cuando te avizoran que no podrás comer harinas por un mes y ya estás sufriendo por adelantado por la pizza así sean las 8 de la mañana o, sin ir más lejos , la ansiedad de la ley seca que hace que los super mercados tengan su mejor pico en ventas de licores, porque así no te tomes una cerveza este fin tu subconsciente te pedirá guardar pan para mayo.
Sin embargo, lo más curioso de todo es que muchas veces en nuestras campañas de marketing, esa agonía de jalarnos los pelos por no tener data no existe.
Nos conformamos con la boca de urna “nos está yendo espectacular en la campaña” pero, ¿y el Excell ? Bien, gracias. Como marketeros tenemos que estar conscientes de algo: “lo que no se mide, no existe”, tan crudo como cierto, porque mañana mas tarde lo único que va a respaldar esa campaña creativa increíble que te inventes serán esos resultados de negocio igual de increíbles.
Pregunta, insiste, pide, sé pesado y construye cada una de tus campañas teniendo muy claro que tu trabajo va a medirse por si eres el elegido o no , no por si hablaste bonito en el debate, si hiciste un post creativo con cientos de likes, o si tienes millones de fans. Regístralo todo, pero no en tu mente, ni en tu espalda por las palmaditas al hombro que te dan, sino en cuadros, reportes e informes que lleves religiosamente porque acuérdate que papelito manda.
Finalmente, asúmelo, la data es la única que te saca del terreno de las subjetividades de si funciona o no tu estrategia. Hazla tu mejor amiga, no la obvies ni la desprecies para que mañana mas tarde no hagan de tu idea un chicharrón.