La ONG y la agencia Ace of Hearts lanzan una propuesta global que contrasta la ilusión de los envíos festivos con la urgencia que viven millones de niños que necesitan alimento, refugio y protección.
Cada fin de año, la temporada se llena de paquetes, listas de compras y camiones que recorren ciudades enteras para cumplir con las expectativas del consumo navideño. Sin embargo, Save the Children decidió dar un vuelco a ese imaginario con una campaña que pide mirar más allá del brillo comercial y enfocarse en la realidad de miles de niños afectados por la pobreza.
La iniciativa, creada junto a Ace of Hearts, agencia que presenta su primer trabajo global desde su lanzamiento, plantea un mensaje contundente: mientras gran parte del mundo espera regalos, millones de menores necesitan algo mucho más urgente para sobrevivir. Al adoptar esa mirada, la organización también abre un nuevo capítulo en su posicionamiento internacional, que busca alejarse de la percepción de “una ONG más” y acercarla a la idea de un movimiento que exige cambios estructurales.
Save the Children confronta tradiciones y prioridades
El eje central de la propuesta es un film de 45 segundos, dirigido por Dan DiFelice y producido por Biscuit Filmworks. La pieza inicia con un lenguaje visual propio de los clásicos navideños al presentar un convoy de camiones rojos que avanza por un paisaje nevado, acompañado de una melodía cálida y familiar. Pero ese tono se desvanece cuando el espectador descubre que los vehículos no cargan regalos, sino suministros esenciales destinados a zonas donde la infancia enfrenta hambre, violencia o desplazamiento.
La campaña se despliega también en activaciones en centros comerciales, contenido digital, outdoor y una serie de acciones encabezadas por embajadores. Una de las intervenciones más llamativas ocurrirá en el centro comercial Westfield, donde un camión interactivo permitirá donar con solo acercar el celular.
Kate Hewitt, directora de marca y creatividad de Save the Children, resume el propósito de la campaña: “Esta Navidad, pedimos a la gente que se detenga a reflexionar sobre lo que realmente significa la generosidad. Se trata de dar esperanza a los niños que más la necesitan y recordarnos a nosotros mismos cuál es el verdadero significado de estas fechas. Esta campaña nos recuerda que el verdadero espíritu de la Navidad no se encuentra en el brillo ni en el espectáculo, sino en la solidaridad y la compasión. Eso es lo que realmente importa.”










