La pieza retrata la experiencia real de una de las beneficiarias con la labor de la ONG, quien, tras recibir una de las viviendas construidas por la organización, experimentó un cambio radical en su vida: vivir en un espacio seguro.
TECHO Perú es una organización sin fines de lucro orientada a ayudar a las familias en situación de pobreza a vivir en un hogar digno. Este trabajo lo hace con jóvenes voluntarios que se dedican a diseñar, gestionar y construir viviendas, acceso a servicios básicos, así como infraestructura comunitaria para ayudar a mejorar las condiciones de vida de la población mencionada.
No obstante, en el marco de sus 20 años, la ONG ha decidido lanzar un emotivo spot que refleja cómo su ayuda puede cambiar de forma significativa la realidad de aquellos que viven en condiciones precarias. Este se embarca en el caso real de una de sus beneficiarias, Flor, quien, cuando giró las llaves su casa, experimentó un giro 360 en su vida: vivir en un lugar digno.
Campaña «Gira una llave, gira un mundo»
Además, la pieza busca recordar la realidad – a menudo ignorada – que enfrenta la gran cantidad de familias peruanas que se encuentran en asentamientos humanos. Espacios donde muchas veces no hay acceso a servicios básicos o en los que, incluso, existen personas que viven en medio de la intemperie.
Beto Noriega, CCO de Leo Perú, comentó respecto al objetivo de la propuesta: “La campaña nace para poner en primer plano lo que muchas veces se normaliza: que miles de familias peruanas viven expuestas todos los días a la inestabilidad, al frío, a las lluvias, a perderlo todo en un instante. Por eso elegimos contar la historia real de Flor, porque su vida encarna exactamente lo que TECHO viene trabajando desde hace 20 años: cuando una familia recibe una llave, no recibe una casa… recibe seguridad, recibe continuidad, recibe futuro”.
Una pieza con un mensaje profundo
Es preciso mencionar que una particularidad del video es que, aunque no cuenta con muchos diálogos, muestra de forma directa cuál es la repercusión que tiene la loable acción de TECHO en las personas que ayuda. Además, otra característica de la pieza, que también aporta mucho, es que suena de fondo un canto en quechua.
La inclusión de este recurso no es casual. Se trata de una invocación breve que habla de protección, de abrigo y de “guardar lo que es nuestro”. Es un canto que dialoga con lo que Flor siente al recibir su vivienda: por fin tener un lugar que la protege a ella y a sus hijos, según menciona Noriega.
Además, enfatiza en que han empleado este canto por varias razones: “Porque reconoce un idioma que también ha sido invisibilizado, igual que las historias que queremos visibilizar. Porque aporta verdad: muchas familias que TECHO acompaña tienen al quechua como lengua viva. Porque añade una capa emocional que conecta con nuestra identidad colectiva. No buscamos exotizar, sino dignificar algo que es parte real del Perú”.










