Perú regresa al confinamiento radical en 10 provincias y los gremios aseguran que el cierre de restaurantes y reducción del aforo puede poner fin a las empresas que aún no se recuperan
La segunda ola de contagios por coronavirus es una realidad que comienza a padecer el Perú, y para frenar su avance el ejecutivo ha anunciado una serie de medidas que entrarán en vigencia desde el 31 de enero hasta el 14 de febrero, período en el que se suspenderá el transporte interprovincial y los retailers de productos esenciales como supermercados y farmacias solo podrán abrir a un 40% de su capacidad, mientras que los centros comerciales, gimnasios, iglesias y teatros deberán permanecer cerrados.
El decreto también especifica cuáles serán las actividades permitidas para esta fecha, así como las consecuencias para quienes no cumplan con este mandato. En primer lugar la inmovilización social obligatoria deberá acatarse todo el día, mientras que el abastecimiento de productos esenciales y pedidos por delivery solo se podrán realizar entre las 6 am y las 18:00 pm.
Las actividades que requieran salir de su domicilio solo podrán ser llevadas a cabo por un individuo de su grupo familiar, cerca de su residencia, en el horario anteriormente establecido. Así se implementarán estas medidas en las 10 provincias que el ejecutivo ha considerado más vulnerables como son Lima Metropolitana y Lima provincias, Callao, Ancash, Pasco, Huánuco, Junín, Huancavelica, Ica y Apurímac.
Mientras que en otras regiones como Tumbes, Amazonas, Cajamarca, Ayacucho, Cusco, Puno, Arequipa, Moquegua y Tacna, las tiendas deberán reducir su aforo a un 20%, los restaurantes a un 30% y el transporte público hasta un 50%, mientras que en las 6 provincias restantes el toque de queda comenzará a las 21:00 horas, se permitirá el tránsito interprovincial y se mantendrán los vuelos en un horario desde las 20:00 hasta las 4:00 del siguiente día.
Sanciones por incumplimiento
Este decreto le recalca a los ciudadanos que quedan prohibidas fiestas patronales, reuniones civiles concentración y aglomeración de personas, y para quienes osen incumplir el reglamento, este mismo establece que “las personas que incumplan las medidas sanitarias y las establecidas en virtud al Estado de Emergencia Nacional, serán intervenidas y conducidas por la Policía Nacional del Perú y/o por las Fuerzas Armadas, a los centros de retención temporal”.
Además, en caso de que incumplan con el pago de multas “estarán impedidos de realizar cualquier trámite ante cualquier entidad del Estado; así como, de ser beneficiarios de cualquier programa estatal de apoyo económico, alimentario y sanitario”.
Repercusión para negocios y comercios
Los restaurantes, casinos y retailers del Perú ta se habían pronunciado de forma negativa ante las medidas implementadas por el gobierno para frenar los contagios, puesto consideran que el confinamiento puede terminar por empujar al principio de la quiebra a más de un negocio.
“Lamentablemente, estas medidas ya se tomaron antes y lo único que se logró es que Perú esté en los últimos lugares, tanto en lo económico como en el tema de salud, a nivel mundial”, aseguró el vocero de la Unión de Gremios de Restaurantes del Perú, José Luis Silva Martinot.
Por otro lado, Perú es considerado uno de los países con una cultura gastronómica de la cual depende más de un millón de trabajadores en restaurantes, por lo que el exministro de comercio exterior y turismo se expresó ante las medidas de la siguiente manera “no era necesaria porque no se está llegando a los aforos máximos permitidos” y agregó que “es una muy mala señal hacia el consumidor final, como que hubiera riesgo en los restaurantes”.
Este complejo contexto se convirtió en una suerte de caldo de cultivo para el emprendimiento informal, que si bien es cierto ayuda en gran medida a las familias peruanas, también afecta a los negocios formales, puesto que estos últimos son los únicos abocados a cumplir las reglas a riesgo de pérdidas.
“Estas medidas solamente las cumplen las empresas formales, (porque) los informales hacen lo que les da la gana y, al que cumple la ley, a ese le reducen las posibilidades de trabajar y no es el que transporta o promueve el coronavirus” añadió Silva