Desde pequeño se enamoró de la tecnología, fascinó a Google con sus desarrollos y lanzó Duolingo, la famosa app para aprender idiomas.
Esta es la historia de Luis Von Ahn, el creador de los sistemas Captcha y Recaptcha y la plataforma Duolingo, una compañía valorada actualmente en US$ 700 millones, que de niño que soñaba con tener Nintendo, sin embargo, su mamá lo sorprendió con un regaló que le cambiaría la vida para siempre.
En entrevista con Entrepreneur, el empresario guatemalteco relata que cuando tenía ocho años soñaba con un Nintendo, sin embargo, su mamá lo sorprendió regalándole una computadora.
“Mi mamá siempre ha estado ahí. El hecho de que me comprara una computadora cambió mi vida. Siempre hizo todo para que fuera a las mejores escuelas y venirme a la universidad a Estados Unidos ha sido el mayor ejemplo”, narra el ingeniero.
Él quería estudiar matemáticas al salir del bachillerato, pero no encontró una universidad en Guatemala que tenga esa carrera, así que solicitó una beca en Estados Unidos para estudiar en Duke University, para después ir a Carnegie Mellon University.
El interés por la programación surgió tras el regalo de su madre, fue así como a los 13 años creó su primer programa. La computadora le permitió desarrollar en el 2000 los programas Captcha y Recaptcha, que luego vendió en 2009 a Google.
La millonaria transacción con el gigante tecnológico hizo que Luis Von Ahn se convirtiera en millonario a la corta edad de 29 años.
Los recuerdos de la educación en su tierra natal hicieron que inicie Duolingo en 2011, la plataforma gratuita para aprender idiomas más utilizada en el mundo. “Nació de una pasión por mejorar la educación”, explicó.
Actualmente, Duolingo se encuentra a un paso de convertirse en una empresa “unicornio”, término utilizado en el mundo empresarial para referirse a las compañías que supera el valor de los US$ 1 mil millones.
“Que simplemente lo hagan, en mí experiencia el mayor problema que tienen los emprendedores que no han empezado es simplemente eso, que no han empezado, se la pasan pensando ‘me gustaría empezar pero no sé qué’, yo les diría, sólo háganlo, es como tirarse del trampolín, simplemente hay que hacerlo.”
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