Por Ernesto Melgar, director asociado de Mercado Negro.
Los 5 goles que nos hizo Brasil el último sábado nos dejaron paralizados a todos los hinchas. Pero la hinchada no fue la única paralizada. También muchas marcas quedaron pasmadas. Sin atinar a nada. Por años, el fútbol peruano no parecía ser un activo que transfiriera valor a quienes quisieran asociarse con él. Pero los triunfos y el sueño de ir al mundial, generaron casi una obligación en muchas marcas que no podían quedarse fuera de la fiesta, perdiendo la oportunidad de conectar con el hincha, de obtener engagement, de vender más.
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No recordamos la cantidad de marcas que “se subieron” al coche de la selección y notaron que ésta y sus ídolos venden. Aunque quizás no se prepararon para la derrota. Para los cambios de ánimo del hincha y la facilidad con que se desalienta. Y cuando llegó el duro revés, las marcas no supieron qué hacer ni decir. Salvo aquellas que estuvieron siempre, en las buenas y en las malas, que creen en la conexión emocional entre los hinchas y el fútbol más allá del resultado. Así, #Incondicionales y #UnidosPodemos salieron de inmediato con un mensaje de aliento al equipo y a su pueblo.
No así las Fan Page de ciertos bancos, supermercados, bebidas, que hablaron mucho desde el mundial, pero ahora no dijeron nada. Quién sabe si el sábado, luego de cuartos, los veamos reaparecer jubilosos o desaparecer del firmamento del fútbol tan rápido como llegaron. Tal vez algunos aprendan que elegir un territorio de marca no pasa por una moda o un momento. Y vean que más tiene que ver con la genuina identidad de la marca y con lo que ella cree.
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