Las compañías afirman que las infracciones de su marca registrada y la piratería confunden mucho a los usuarios.
El bien más preciado de una empresa se esconde tras su valor de marca y la estabilidad de su imagen en el mercado, no solo porque es su principal carta de presentación, sino también porque tiene un impacto positivo sobre sí misma.
Por esta razón, las empresas no solo trabajan para posicionar y acentuar su marca, sino que también se preocupan en resguardar su reputación, impidiendo que otros saquen provecho de ella o hagan copias más baratas con su nombre.
Por ello, las infracciones de marca y piratería son unas de las mayores amenazas para las compañías, provocando que los ejecutivos asuman la ardua tarea de evitar que su marca se asocie de un modo directo o indirecto a algo perjudicial y, a la vez, preservar sus productos y características.
Un estudio realizado por la agencia análitica CompuMark en el año 2019, arrojó que el 85% de las marcas sufrieron infracciones de marcas o piratería, mientras que en el 2018 fue de un 81% y en 2017 apenas un 74%.
No obstante, el golpe más duro en infracciones de marcas registradas tiene lugar en la confusión que muestran los consumidores frente a este hecho, llegando incluso a desplazar u opacar marcas originales por la piratería.
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El estudio también concluyó que el 45% de las compañías encuestadas afirman que el principal efecto negativo que tienen las infracciones de marca registrada está en la confusión de los usuarios y gracias a estos las marcas originales pierden ingresos y reputación.
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