Por Brenda Lizárraga, experta en Visual merchandising y Escaparatismo.
A estas alturas el mundo entero sabe que la selección peruana de fútbol irá al mundial, pero lo que no todos saben es que no irá sola, otros jugadores la acompañarán fuera de la cancha y el negocio del retail se cuenta entre los más entusiastas. Si bien algunas categorías pueden beneficiarse de manera más directa, pues es obvio que ahora nadie cuestionará el precio de la camiseta oficial de la selección en una tienda deportiva, casi todas las marcas y productos pueden participar de esta ola de euforia colectiva, si alinean bien a su equipo y ejecutan una estrategia ganadora.
Este acontecimiento histórico memorable representa para los retailers la oportunidad perfecta para incrementar sus ventas exponencialmente. Es el momento de “subirse al coche”, aprovechar la emoción desbordada y usarla a favor de las ventas, promoviendo compras impulsadas por esa sensación de positivismo y orgullo nacional colectivo que inspira este logro, a fin de cuentas, la clave para la venta emocional es trabajar sobre el factor aspiracional, crear una fantasía que nos haga soñar con una meta que quisiéramos alcanzar. En este caso, la mitad del trabajo está hecho, pues millones de peruanos ya están soñando con ver a Perú jugar en las canchas mundialistas, saben que en unos meses será una realidad y quieren ser parte de ella. Como consecuencia las marcas están sacando partido desde ya de esta coyuntura: Creando promociones y sorteos de pasajes y paquetes turísticos a Rusia, armando exhibiciones con la temática de la blanquiroja, realizando campañas y activaciones publicitarias para crear expectativa y atiborrando sus locales de gráficas con mensajes alusivos al aliento de nuestra selección.
Pero, ¿acaso no faltan meses aún para el mundial? Claro que sí, este es solo el entrenamiento, el calentamiento preliminar, porque al igual que los jugadores las marcas saben que si apuestan a obtener mejores resultados deben prepararse con anticipación pues, en las ventas como en el futbol, del equipo que llegue mejor preparado a la cancha será el triunfo. Por ello, en los próximos meses sin duda seremos testigos de un sin número de campañas comerciales y publicitarias ligadas a este evento, que con mayor fuerza pondrán en evidencia la competencia entre las marcas y contribuirán a posicionarlas en el top of mind del consumidor local.
Y así, mientras la mayoría espera impaciente corear los goles de la selección a los cuatro vientos, yo ansío ver en esas campañas un despliegue de creatividad, un detonante de exhibiciones originales que nos sorprendan, que nos cuenten una historia muy nuestra, llena de emociones positivas con las que sentirnos identificados: la entrega incondicional del hincha, la garra y el coraje de los jugadores, la esperanza que no se pierde ni en 36 años y la satisfacción de un sueño hecho realidad. ¿Se cumplirán nuestros anhelos mundialistas? no lo sabremos hasta el pitazo inicial.
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