Un emprendimiento para fabricar cuero a partir de microorganismos y otro para generar oxígeno desde algas mueve a mujeres emprendedoras de Arequipa.
Dos emprendimientos ecoamigables mueven a mujeres innovadoras en Arequipa, preocupadas no solo por el medio ambiente sino por dejar su marca en la ciencia y en el área comercial, tanto en Perú como fuera de sus fronteras.
Por un lado las hermanas Jacqueline e Isemar Cruz Loayza, fundadoras del emprendimiento Le Qara que se dedica a fabricar biocuero hecho por microorganismos para prendas de vestir y accesorios.
Isemar, que estudió biotecnología y diseño de moda, tuvo la idea en la que sintetiza sus dos pasiones. Jacqueline, por su parte, ingeniera industrial, se sumó para hacer de este un proyecto colectivo.
“Tenemos microorganismos a los cuales alimentamos con residuos de plantas y frutas. Estos agentes producen material similar al cuero animal, pero es ecoamigable”, detalló Jacqueline.
La emprendedora lo llama “una alternativa libre de culpa”. Ese cuero tiene la misma calidad y resistencia que el cuero regular, pero sin contaminación ni muerte de animales. Con el proyecto accedieron a fondos de los concursos del Programa Innóvate Perú.
Fuera del país lograron el premio Espíritu Emprendedor en Química Sostenible, certamen promovido por la Fundación Elsevier y el Centro Colaborativo Internacional de Química Sostenible (ISC3).
“Si bien antes logramos premios por emprendimiento y los enfocados a la industria de la moda, este es un reconocimiento del área científica de química sustentable”, dijo Jacqueline.
Revelaron que ya tuvieron reuniones con empresas de Estados Unidos y Europa interesadas en adquirir su producto.
En la misma región hace vida la ingeniera biotecnóloga Athali Castro Peña, fundadora del proyecto OXCEM, que consiste en módulos de descontaminación a base a microalgas que capturan dióxido de carbono CO2 y lo convierten en oxígeno.
Las microalgas actúan de la misma manera como una planta dentro de la fotosíntesis, pero el proceso es más rápido. “Las plantas demoran en crecer y todo eso es un gasto de recursos, en cambio las microalgas se reproducen en semanas por millones”, explicó.
McDonald Villacorta Choque es socio en esta investigación, originada hace seis años. En el 2019 ganaron el concurso Reto Bio organizado por Produce. Ahí consiguieron capital semilla de 50 mil soles para un laboratorio.
A finales de ese año, empezaron la segunda fase, que es la aplicación del modelo de negocio, pero igual que en el caso anterior la pandemia retrasó sus objetivos. Vendieron un número limitado de lámparas para casas. Estos cumplían la misma función que los módulos de descontaminación. Eso les sirvió de prueba piloto.
En el 2020, Athali fue reconocida por la revista del Instituto Tecnológico de Massachusetts, “MIT Technology Review” de los Estados Unidos. Ella fue seleccionada como una de los 35 latinoamericanos más innovadores, en la categoría de visionarios.
Athali siente que estos reconocimientos marcarán un precedente, que abrirá las puertas a jóvenes y mujeres que estén emprendiendo en ciencia e investigación. Puertas que en algún momento los inversionistas le cerraron.
“Muchas veces cuando eres mujer y joven, tu opinión no es escuchada y tampoco es tomada enserio, yo creo que abrimos un camino para que no pase esto”, dice.