El fin de semana, una usuaria de Facebook denunció mediante una foto un diseño que, lejos de pasar como una broma inocente, despertó la indignación de más cibernautas.
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En la imagen que compartió mediante su cuenta de Facebook, Daphne Milena denuncia que la cadena de supermercados Metro esté vendiendo mercadería con mensajes negativos y machistas a su público. Específicamente el problema se da por un polo en el que se muestra a la mujer como un problema del que el hombre se puede deshacer mediante la violencia. Claro, todo esto de una manera bastante caricaturizada, pero incluso así, es preocupante que una marca de tal importancia en el mercado local no se preocupe de evitar este tipo de contenidos que acaban por normalizar la misoginia y la violencia en nuestro país.
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LA RESPUESTA
Hasta el momento, el post se ha compartido entre más de mil usuarios y ha recibido múltiples comentarios manifestando el apoyo hacia la causa que defiende Daphne Milena. La cadena ha respondido a la queja diciendo que retirarán el producto de todas sus tiendas por ser una cadena que no apoya la violencia.
Buen manejo de crisis por parte de Metro, sin embargo, ¿es necesario esperar esta clase de reacciones por parte de los clientes para evitar tal “metida de pata”? ¿Qué acaso no hay un proceso de filtro que determine la clase de productos que incluyen en su cartera y los mensajes que estos contienen? Sin duda este pequeño conflicto deja a las marcas locales una importante lección ahora que ciertos grupos muestran cada vez más autonomía y fortaleza para manifestar su opinión en las redes.
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