La actriz y empresaria presentó una línea de mascarillas para niños, promovida como una forma de autocuidado, pero cuestionada por incentivar preocupaciones estéticas a edades tempranas.
El reciente lanzamiento de Rini, la nueva marca de cuidado de la piel creada por Shay Mitchell, ha puesto sobre la mesa una discusión que va más allá del marketing o la cosmética. La actriz canadiense, más conocida por su participación en Pretty Little Liars y por sus emprendimientos de belleza y bienestar, presentó una línea de productos pensada para menores de edad.
La propuesta, que busca posicionarse en el segmento del «wellness familiar», fue recibida con opiniones divididas. Mientras algunos usuarios aplauden la idea de fomentar hábitos de autocuidado desde la infancia, otros consideran que se trata de una forma de introducir de forma temprana a los niños en dinámicas de consumo vinculadas a la apariencia.
En redes sociales, el debate no tardó en encenderse, con comentarios que apuntan a la delgada línea entre enseñar rutinas saludables y promover estándares de belleza adultos en un público infantil.
Rini: entre el autocuidado y la presión estética
Mitchell explicó que la inspiración detrás de Rini surgió de su experiencia como madre. «Esto ha tardado tres años en gestarse, inspirado por mis hijas, su curiosidad y todos esos pequeños momentos que me hicieron darme cuenta de lo pronto que empieza.», afirmó la actriz al anunciar la marca. Según su testimonio, la idea nació al observar cómo sus hijas imitaban sus rutinas de belleza y buscaban participar de ellas.
En ese sentido, la empresaria sostiene que Rini «No se trata de belleza, se trata de autocuidado», defendiendo que los productos son seguros, suaves y diseñados para enseñar a los niños a cuidar su piel de manera lúdica. Sin embargo, especialistas y usuarios en redes han cuestionado el impacto cultural de una propuesta que, bajo el discurso del bienestar, podría reforzar mensajes sobre la importancia de la imagen física desde edades muy tempranas.
Incluso, anteriormente la dermatóloga pediátrica Tess McPherson declaró a la BBC que los productos para el cuidado de la piel infantil «aprovechan las vulnerabilidades» de los más pequeños bajo la apariencia de empoderamiento. Además, agregó que este tipo de productos suelen presentarse en envases llamativos y coloridos.
Entre quienes lo ven como un gesto de ternura y quienes lo consideran un riesgo, la marca de Shay Mitchell ha logrado, al menos, abrir una conversación incómoda pero necesaria sobre los límites del marketing en la era del autocuidado.










