Luchamos contra nosotros mismos, por quebrar nuestros récords y tenemos en nuestros deportistas a héroes deportivos que a base de su propio esfuerzo –tanto físico como deportivo- logran marcas clasificatorias y van a pelearle a deportistas de élite, de presupuestos amplios y países cómplices, una medalla cada cuatro años en los juegos olímpicos.
Somos un país de esfuerzos individuales. Quitando el logro extraordinario de Seúl 88, donde nuestro seleccionado de vóley logró la medalla de plata, nuestros principales logros deportivos han venido en disciplinas individuales. Nuestro único oro lo logramos en Londres 1948 con Edwin Vásquez en tiro y luego dos platas más –también en tiro- en 1984 con Boza y en 1992 con Giha. Y de ahí nada más.
Es curioso como en estos días olímpicos nos comparamos con los logros de nuestros vecinos y nos indignamos por que los esfuerzos de los nuestros están lejos de las medallas. Y ahí, en esa frustración, le quitamos méritos a deportistas que más allá de su dedicación de esfuerzo viven en el mundo amateur.
Muchos creerán que la palabra amateur es despectiva sin embargo lo que en encierra es una realidad. Amateur es todo deportista que no se le paga por la práctica deportiva. No hace referencia al nivel de dedicación o esfuerzo sino a la cruda remuneración que recibe por el deporte que práctica. En ese sentido la gran mayoría de nuestros deportistas que fueron a los Juegos Olímpicos de Brasil han sido amateurs.
Para pedir resultados tenemos que dar algo a cambio. El país no tiene una política deportiva clara. Recientemente Forbes publicó un artículo sobre los países que más invierten en el deporte en Latinoamérica. El top diez fue: Brasil (US$ 169.3 millones), México (US$ 233), Chile (US$ 213), Colombia (US$ 169.3), Ecuador (US$ 52.5), Panamá (US$ 65.3), Cuba (US$ 62.1), República Dominicana (US$ 50.2), Puerto Rico (US$ 32.8) y Argentina (US$ 30.3).
¿El Perú? Para este 2016 se le asignó al IPD 168 millones de soles, 48 millones de dólares, donde se incluye la inversión dirigida para la organización de los Panamericanos 2019 (Diario Gestión). Se estima que 80% de este presupuesto se destinará a obras deportivas por lo cual el monto líquido para apoyar a los deportistas, en el 2016 en un año olímpico, fue de 9.6 millones de dólares. Tomando en cuenta el buen papel que ha logrado Colombia en Brasil 2016 (8 medallas: 3 de oro, 2 de plata y 3 de bronce) es importante tomar de referencia lo que viene haciendo el país cafetero. En materia de inversión nomás nos llevan una ventaja invirtiendo un promedio de 3.4 dólares por habitante colombiana mientras que nosotros este año hemos invertido 30 centavos de dólar por peruano.
El deporte peruano no se arregla con los Panamericanos del 2019 sino con la inversión privada. El fútbol, que de logros no da nada (no vamos al mundial desde 1982), pese a su sequía logra convocar a inversionistas privados. Hyundai, uno de los 6 que tiene, anualmente le brinda a la FPF casi medio millón de dólares y trece unidades. Pecsa por su lado cerró una inversión anual de 700 mil dólares con el ente regulador del fútbol peruano. O sea dinero hay pero simplemente preferimos seguir invirtiéndolo en deportes de alta exposición pero cero retorno deportivo.