El portal estadounidense Business Insider realizó una lista con los malos hábitos que los jefes suelen tener y que provocan renuncias dentro de una empresa.
Actualmente se ha vuelto muy común la rotación de empleados de una empresa a otra. La generación millennial tiende a estar en la constante búsqueda de ofertas que le brinde un ambiente laboral agradable y donde sea valorado su trabajo.
La forma en como estos son tratados por sus supervisores y jefes, son una de las principales causas por las que muchos deciden ir en busca de otro empleo. En este contexto, elportal estadounidense Business Insider realizó una lista enumerando los malos hábitos que tienen muchos jefes que provocan renuncias dentro de una empresa, entre los cuales están:
Cargan a los empleados con demasiado trabajo
Tener empleados eficientes suele ser una alternativa muy tentadora para los jefes, que terminan recargando a sus trabajadores de más tareas, sin ningún tipo de reconocimiento.
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Un estudio de la Universidad de Stanford, indica que al exceder las 50 horas laborales durante la semana, la productividad empieza a caer.
En esta línea, los mejores solo recibirán una mayor carga laboral si es debidamente remunerada con un ajuste salarial o un ascenso, de esta manera no se sentirá asfixiado entre tantas actividades que cumplir.
No reconocen las aportaciones de los trabajadores ni recompensan el trabajo bien hecho
La comunicación entre jefe y empleado es necesaria para una buena relación. Un encargado siempre debe saber qué tipo de cosas le gustan a sus empleados, y reconocerlo cada vez que tenga una excelente actuación.
No se preocupan por sus empleados
El equilibrio entre la profesionalidad y la humanidad es un aspecto importante, ser empático con tus empleados disminuirá las tasas de rotación. Reconocer los éxitos de los demás y ser considerados con los que no la pasan bien, será la mejor opción que podrás tomar.
No cumplen sus promesas
El compromiso es una importante posición que todo jefe debe asumir ante sus empleados, quienes lo verán como una persona honesta y dedicada. Mientras las promesas sean cumplidas, los trabajadores siempre tendrán una buena imagen.
La situación cambia, justo cuando el supervisor deja de cumplir con su palabra y empieza a tener el papel de falso e irrespetuoso.
Contratan y ascienden a la gente equivocada
Una de las razones por las cuales los empleados cambian de trabajo, es porque los jefes contratan a personas no cualificadas, pero las cosas empeoran cuando estos empleados son ascendidos, situación que incita a los mejores de la oficina a tomar vuelo.
No dejan que los trabajadores persigan sus pasiones
Dar rienda suelta a la pasión de nuestros empleados, será una fuerte inyección de productividad en su quehacer diario. Muchos jefes temen perder el control, al dejar que sus trabajadores dejen de lado lo establecido y trabajen según sus intereses, pero mientras se mantenga un sano equilibrio de ambos escenarios, los resultados serán mucho mejores.
No sacan partido a las habilidades de sus trabajadores
Es tarea importante del jefe conocer en qué áreas se destacan cada uno de sus empleados y ubicarlos según este criterio. Un buen jefe siempre está atento a sus trabajadores, sumando a través de críticas constructivas y un feedback constante.
No tienen en cuenta la creatividad
Un buen empleado siempre anda en busca de mejorar todo lo que lo rodea. Si eres de los jefes que esto le incomoda pues, acabarás perdiendo a un excelente trabajador.
No plantean desafíos para el intelecto de los trabajadores
Los mejores jefes, llenan de retos a sus empleados, y no permiten que se aburran con tareas sencillas que tarde o temprano los terminarán espantando.
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